De espaldas al cambio climático
Seguimos sin actuar y el tiempo se nos acaba. Alcanzar los objetivos climáticos es un desafío tan urgente y fundamental como ineficaz todavía para reducir lo necesario las emisiones de gases de efecto invernadero el calentamiento global.
Las políticas firmemente orientadas a alcanzar los objetivos climáticos son todavía una rara excepción, y solo ellas pueden ayudar a los países a tener éxito en la lucha contra el calentamiento global. El problema esencial, por lo tanto, es conseguir que éstas prosperen a nivel global.
Apoyo ciudadano
Un aspecto clave para acabar con el inmovilismo actual reside en lograr el apoyo de la ciudadanía a las políticas climáticas, cuestión aún pendiente. No basta con una población preocupada por el cambio climático para apoyar las políticas para combatirlo, según concluye unas recientes encuestas (pdf) del Fondo Monetario Internacional a personas de todo el mundo.
Se han realizado encuestas en 28 economías avanzadas y de mercados emergentes para examinar cómo las características y creencias individuales dan forma a las percepciones y preferencias de riesgo climático en relación con las políticas climáticas principales: fijación de precios del carbono, regulaciones y subsidios para tecnologías bajas en carbono y energía renovable.
Un problema grave
Abordar las percepciones públicas es supone entender mejor el débil apoyo a las políticas climáticas, puesto que el apoyo público a estas es esencial para alcanzar el cero neto.
Una variedad de encuestas globales recientes, incluida esta más reciente, muestran que la mayoría de las personas encuestadas consideran que el cambio climático es un problema grave (Dabla-Norris y otros, próximamente (a); Leiserowitz y otros 2021, Figura 1).
Pero esta clara preocupación no está siendo suficiente ni para reclamar políticas más contundentes ni mucho menos para que los tomadores de decisiones aumenten sus ambiciones.
Es decir, el reconocimiento de la situación por parte de las personas no siempre se traduce en un amplio apoyo a las políticas climáticas. Al contrario, la resistencia política es común en relación a algunas de las políticas climáticas económicamente más eficientes, como un precio integral de las emisiones de carbono.
El impacto de las políticas
En efecto, preocuparse no es suficiente para conseguir resultados. En todos los países, la mayoría de las personas encuestadas dijeron estar preocupadas por el cambio climático, con una mayor proporción de economías de mercados emergentes, que ya están sintiendo sus efectos de forma más grave en comparación con las economías avanzadas.
La encuesta también encontró que los atributos de las políticas son importantes, al igual que el conocimiento y la información sobre los impactos de las políticas, al margen de que esa preocupación por sí sola no se traduzca en un apoyo generalizado a las políticas. Por lo tanto, es necesario ir más allá y conocer los hilos que habría que mover para obtener la aceptación pública de las políticas climáticas.
Costo y eficacia política
Las preocupaciones sobre los costos y la eficacia de las políticas son lo más importante entre los encuestados que se oponen a la fijación de precios del carbono.
Es crucial luchar por una comunicación clara y efectiva sobre la eficacia de las políticas y las ventajas y desventajas, así como sobre cómo se puede hacer que la tarificación del carbono sea progresiva. Las encuestas muestran que la fijación de precios del carbono puede recibir un mayor apoyo si los ingresos se redistribuyen a los hogares de bajos ingresos, se utilizan para aumentar el gasto social en atención médica y educación, o se destinan a financiar infraestructura verde y tecnologías bajas en carbono.
Destacar los costos de las políticas de fijación de precios del carbono tiende a reducir el apoyo, mientras que la aceptabilidad aumenta a medida que los beneficios de la política se vuelven más destacados, reza el trabajo.
La incidencia de las políticas también afecta el apoyo a las políticas climáticas, lo que apunta a un papel importante para el reciclaje de los ingresos del carbono para abordar las preocupaciones distributivas. Las encuestas, por otra parte, indican un fuerte sentido de acción colectiva en todos los países.
Tarificación del carbono
Para predecir si las personas apoyan la tarificación del carbono, junto con las percepciones del riesgo climático, se encontraron tres atributos clave de las políticas son los principales predictores de si las personas apoyan la tarificación del carbono: (1) eficacia percibida en la reducción de emisiones, (2) justicia percibida o carga distributiva, y (3) los beneficios colaterales percibidos en términos de mejora de la calidad del aire, resultados de salud y nuevos empleos. la equidad distributiva percibida y los beneficios colaterales percibidos (mejor calidad del aire, mejores resultados de salud y empleos), aunque con diferencias entre países.
Estos tres puntos de vista políticos clave son los principales predictores de si las personas apoyan la fijación de precios del carbono.
Destacar los costos de las políticas de fijación de precios del carbono tiende a reducir el apoyo, mientras que la aceptabilidad aumenta a medida que los beneficios de la política se vuelven más destacados.
La incidencia de las políticas también afecta el apoyo a las políticas climáticas, lo que apunta a un papel importante para el reciclaje de los ingresos del carbono para abordar las preocupaciones distributivas. Las encuestas también indican un fuerte sentido de acción colectiva en todos los países.
“Esto sugiere que proporcionar información sobre los impactos del cambio climático, cómo funciona la fijación de precios del carbono, las opciones para el reciclaje de ingresos y mejorar la conciencia de los cobeneficios de las políticas pueden ser fundamentales para lograr la aceptación de la fijación de precios del carbono”, concluye el documento.
Entre los obstáculos, los precios más altos de la energía podrían impedir las transiciones ecológicas al reducir el apetito público por políticas que promueven la energía sucia. De hecho, algunos países aumentan su dependencia de los combustibles fósiles para la producción de energía en un intento por limitar la inflación interna.
En las conclusiones, sobre la fijación de precios del carbono señalan que “el diablo está en el diseño. Las políticas de fijación de precios del carbono se pueden hacer más aceptables si se diseñan de manera que respondan a las preocupaciones de los ciudadanos. Nuestro análisis muestra que, además de los costos de las políticas, la eficacia percibida, la equidad y los cobeneficios influyen en el apoyo público a la fijación del precio del carbono. La forma en que se gastan los ingresos de la fijación de precios del carbono también determina de manera crítica el apoyo”.
Mujeres, más preocupadas
Los más preocupados por el cambio climático, de acuerdo con la misma encuesta, suelen ser mujeres, “más educadas, seguidoras de las noticias y que aceptan más el papel del gobierno en la regulación de la economía”.
Las respuestas demostraron asimismo que los usuarios del transporte público y aquellos que menos dependen de los automóviles también están más preocupados por el cambio climático.
Países vulnerables
La proporción de personas que piensan que el cambio climático afectará sus vidas tiende a ser mayor en las economías de mercados emergentes, muchas especialmente vulnerables al cambio climático, concluye el trabajo.
Sin embargo, los encuestados con frecuencia confunden la protección ambiental con el cambio climático, y hasta el 50 por ciento de los encuestados en algunos países tienen opiniones neutrales o nulas sobre la necesidad de una acción política.
En contraste con las posiciones declaradas de su gobierno, una parte considerable de los encuestados en las economías de mercados emergentes piensa que todos los países deberían pagar para abordar el cambio climático y que la distribución de la carga debería basarse en las emisiones actuales en lugar de las históricas.
Preocupaciones distributivas
Abordar las preocupaciones distributivas: la percepción de que una política climática es regresiva o que conduce a la pérdida potencial de puestos de trabajo puede socavar el apoyo público a la misma. Como tal, las políticas climáticas deben diseñarse para ser asequible y percibido como justo para todos. La fijación de precios del carbono, en particular los impuestos sobre el carbono, puede recibir un mayor apoyo en muchos países si los ingresos se reciclan a los hogares de bajos ingresos.
Las transferencias de efectivo pueden ayudar a proteger a los más vulnerables y facilitar que los hogares cambien hacia un menor consumo de carbono y las universales o las reducciones de impuestos, como los impuestos laborales, junto con transferencias de efectivo específicas para hogares de ingresos bajos y medianos, también podrían tener un papel que desempeñar para aliviar la desigualdad y obtener un apoyo público más amplio a corto plazo (Shang 2021; FMI 2019).
Las políticas activas del mercado laboral que promuevan empleos más ecológicos y faciliten la transición de los trabajadores pueden minimizar las posibles pérdidas de empleo al mismo tiempo que aumentan las habilidades y los ingresos de los trabajadores con salarios más bajos y reducen la desigualdad (FMI 2022).
Reciclar parte de los ingresos fiscales del precio del carbono en subsidios para la inversión en tecnologías bajas en carbono (energías renovables, vehículos eléctricos), una política que recibe un amplio apoyo en nuestra muestra de países, también podría hacer que las alternativas de energía más limpia estén más disponibles.
Gasto público eficiente
El informe resalta que la eficiencia del gasto público importa cuando se trata de mejorar la aceptabilidad de las políticas climáticas. Es decir, se necesitan medidas y marcos complementarios para reforzar el apoyo a las políticas de mitigación climática.
Como ejemplos, se menciona que las consideraciones distributivas justifican sistemas de protección social fortalecidos y, del mismo modo, las preocupaciones sobre la corrupción pueden generar oposición a los subsidios para tecnologías bajas en carbono y energías renovables, particularmente en las economías de mercado emergentes
Por lo tanto, los sistemas de gestión son facilitadores importantes de una estrategia gubernamental exitosa. Son importantes a este respecto las redes de seguridad social fortalecidas, políticas activas del mercado laboral, regulaciones de emisiones claras y transparentes, políticas del lado de la oferta que garanticen un suministro de energía bajo en carbono adecuado y asequible, y financiamiento público verde.
Unión internacional
El trabajo, que buscaba profundizar en cómo las personas perciben los riesgos del cambio climático y su apoyo a las acciones climáticas de los gobiernos, también destaca que las encuestas revelaron un apoyo más amplio de lo esperado para la acción colectiva y un mayor terreno común para la elaboración de acuerdos internacionales.
Concienciar sobre la urgencia
Las encuestas, por último, subrayan la importancia crítica de la comunicación eficaz y la creación de conciencia con respecto a las opciones de política climática. No solo mejorar el conocimiento general de los impactos y las políticas del cambio climático en todos los países, también se señala que incluso pequeñas cantidades de información sobre los beneficios de las políticas pueden generar un mayor apoyo.
En la concienciación de la eficacia y los co-beneficios de las políticas climáticas es importante comunicar información al público sobre cómo funcionan las políticas y su éxito en la reducción de emisiones.
En general, se destaca la existen grandes lagunas de información y crear conciencia sobre las transformaciones sociales y los cambios de comportamiento necesarios, el costo de la inacción y el impacto de las políticas climáticas.
La cuenta atrás
La cuenta atrás no se detiene. Necesitamos limitar el calentamiento global entre 1,5 y 2 °C por encima de los niveles preindustriales, lo que requiere reducir las emisiones globales entre una cuarta parte y la mitad durante la próxima década (Black y otros 2021).
Unos 135 países, que representan más de las tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se han comprometido a lograr el cero neto para mediados de siglo. Pero el mundo aún no está en camino de “mantener vivo el 1,5”, y los recientes aumentos en los precios de la energía podrían complicar el logro de los objetivos de temperatura.
Datos sobre las encuestas: Se realizaron encuestas estandarizadas a 30 000 encuestados en 28 países para explorar las creencias y preferencias de las personas sobre las políticas de mitigación climática. Estas encuestas cubren economías de mercados emergentes y avanzadas e incluyen 20 de los 25 principales emisores, así como 9 de los 25 países más expuestos al cambio climático. A los encuestados primero se les hizo una pregunta abierta sobre cuáles creen que son los atributos de una buena política climática antes de que se les pida que piensen en políticas específicas con preguntas más dirigidas.
Las encuestas contienen preguntas detalladas que evalúan las percepciones sobre el impacto económico y las consecuencias distributivas de las diferentes políticas climáticas, las preferencias entre esas políticas y las opiniones sobre los costos y beneficios de las políticas, con un enfoque en la fijación de precios del carbono. Lo que encontramos: La proporción de personas que piensan que el cambio climático afectará sus vidas tiende a ser mayor en las economías de mercados emergentes, muchas de las cuales son más vulnerables al cambio climático.
Conclusiones e implicaciones políticas
Lograr cero emisiones netas a nivel mundial requerirá una variedad de intervenciones políticas, incluidas políticas que pongan un precio al carbono, subsidios para apoyar el avance de tecnologías bajas en carbono y energía renovable, y estándares regulatorios para reducir el uso de energía de edificios, automóviles y electrodomésticos.
Nuestras encuestas internacionales realizadas en 28 economías avanzadas y de mercados emergentes muestran que existe una heterogeneidad significativa entre individuos y países en cuanto a cómo se percibe el cambio climático y cómo se definen las preferencias para la intervención pública.
Desde una perspectiva de aceptabilidad pública, las percepciones públicas pueden obstaculizar la adopción de políticas de mitigación del cambio climático deseables. Abordar el cambio climático requiere garantizar que las acciones climáticas reciban un amplio apoyo público. Comprender las percepciones públicas es un primer paso en esta dirección, concluyen.