EEUU reducirá el CO2 un 40% para 2030
El Congreso ha ratificado esta semana el plan que aprobó el Senado de los EE. UU. adoptó el pasado 7 de agosto, con un presupuesto de 430 mil millones de dólares en inversiones que se destinarán a las dos grandes áreas de la salud y clima. Se trata de un proyecto de ley aprobado por los pelos, tras 18 arduos meses de negociaciones y debates encendidos.
En la recta final de un plazo de dos años, el Senado estadounidense adoptó el gran plan sobre clima y salud de Joe Biden en un marco pre electoral, por lo que los analistas lo han interpretado como una importante victoria de etapa para el presidente, que en menos de tres meses se enfrentará a unas elecciones legislativas trascendentales en noviembre.
La mayor inversión en reducción de gases
El voto demócrata, pese a su exigua mayoría, ha conseguido sacar adelante este proyecto de ley, un plan de más de 430.000 millones de dólares, al que acaba de dar luz verde la Cámara de Representantes en su votación final, por lo que solo resta que sea promulgado por Joe Biden, su alma mater.
El objetivo fundamental es limitar las emisiones de gases de efecto invernadero de forma sustancial a lo largo de las próximas décadas, concretamente en un 40% para 2030, según dijo el líder de los demócratas del Senado, Chuck Schumer.
“Hoy ha ganado el pueblo”, ha manifestado Biden en un tuit, puesto que “con esta ley, las familias van a notar un descenso en el precio de los medicamentos, de los servicios de salud, de la energía”.
La aprobación del plan supone la mayor inversión jamás comprometida en el país por el clima para reducir los gases de efecto invernadero, esos 370.000 millones de dólares.
Coches eléctricos, solar, incendios y transición energética industrial
El plan proporcionará a los ciudadanos hasta 7.500 dólares en créditos fiscales por la compra de un coche eléctrico y se cubrirá un 30% el coste de la instalación de placas solares en los tejados.
Esta reforma también debe permitir fortalecer la resiliencia de los bosques frente a los monstruosos incendios que asolan el oeste americano y cuya multiplicación se ha atribuido directamente al calentamiento global.
Combatir las emisiones de las industrias más contaminantes se plantea mediante una ayuda a su transición energética de miles de millones de dólares en créditos fiscales, una polémica medida que la izquierda criticó duramente por no plantearse objetivos más ambiciosos.
Rechazo de la gran mayoría de enmiendas
En materia de salud, el texto prevé 64.000 millones de dólares de inversión y la reducción paulatina del precio de ciertos medicamentos, que según se apuntó, pueden llegar a ser hasta diez veces más caros que en otros países ricos.
Se rechazaron enmiendas relativas a reivindicaciones antiguas, como guarderías y universidades públicas gratuitas y una mejor atención a los ancianos, fundamentalmente por las indisimuladas prisas demócratas de aprobarlo ante las inciertas elecciones legislativas de noviembre, ansiosos por obtener una victoria para un presidente con un índice de popularidad cada vez menor. “Millones de jubilados seguirán con los dientes podridos y sin recibir las dentaduras, audífonos o anteojos que se merecen”, reprobó el progresista Bernie Sanders desde el hemiciclo. Imagen: G. Hauenstein