Frío y riesgo de infarto en los trópicos
Los cambios climatológicos pueden afectar a la salud cardiovascular. En este sentido, el cambio climático, como su propio nombre indica, provoca cambios y aumentos en la temperatura media a nivel global a consecuencia de las emisiones de carbono, así como eventos extremos de mayor intensidad y frecuencia. Un entorno cada vez más complejo que afecta a nuestra salud. Estos son algunos de los impactos del cambio climático en el corazón, según un estudio que se ha centrado en la variación de las temperaturas y el riesgo de infarto.
La enfermedad cardiovascular y factores climáticos
Además de los impactos del cambio climático en el entorno, este afecta a nuestra salud y, en especial, el corazón, órgano vital que bombea la sangre, que en general sufre por el cambio de temperaturas, según la ciencia.
Además del estrés orgánico que supone el aumento de conflictos propios de un planeta que sufre un progresivo calentamiento global, los eventos extremos, con olas de calor o de frío más frecuentes e intentos están relacionados con cambios en las arterias e hipertensión. Por ejemplo, generando riesgo de infartos y otras alteraciones del sistema circulatorio, que también se ve perjudicado por las emisiones de CO2, al igual que el sistema respiratorio, en especial los pulmones, dentro de una general y a aún muy poco estudiada afectación sistémica.
Descenso de temperaturas, factor de riesgo de infarto
Científicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS y la Agencia Nacional de Medio Ambiente de Singapur y sus colaboradores, han concluido que el descenso de temperaturas propios de eventos extremos está relacionado con un mayor riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio en los trópicos. Es decir en la franja del planeta más cálida, donde los cambios de temperatura son poco habituales. Con el cambio climático, sin embargo, esta estabilidad de sus termómetros está viéndose amenazada y trastocada en la práctica.
En cifras, tras estudiar esta cuestión en regiones con climas templados, señalaron que el riesgo de sufrirlo por el cambio climático alcanza el 12 por ciento, y resaltaron que los mayores de 65 años son las personas más expuestas debido a su vulnerabilidad.
De acuerdo con el trabajo, las olas de frío en los trópicos aumentan el riesgo de infarto. Incluso una pequeña caída de temperatura en el clima tropical de Singapur aumenta el riesgo de ataque cardíaco entre las personas de 65 años o más, dicen los científicos, que saben desde hace mucho tiempo que los cambios de temperatura afectan la incidencia de ataques cardíacos.
“El infarto de miocardio es una causa importante de mortalidad cardiovascular y puede ser precipitado por factores climáticos. La dependencia de la temperatura del riesgo de infarto de miocardio ha sido bien examinada en entornos templados. Menos estudios han investigado esto en los trópicos donde las amplitudes térmicas son más estrechas. Este estudio investigó cómo la temperatura ambiente influyó en el riesgo de infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI), un tipo de infarto de miocardio cada vez más común, en la ciudad-estado tropical de Singapur!, reza el estudio.
Pocos estudios sobre clima e infarto en los trópicos
La novedad que supone este estudio es haberse centrado en los trópicos, en lugar de seguir investigando, como habitualmente, en climas templados, donde las temperaturas varían ampliamente. La conclusión ha sido clara: los estrechos rangos de temperatura de un clima tropical afectan la incidencia de un tipo específico de infarto, entre otros hallazgos, publicados en la revista Science of the Total Environment.
Las olas de frío pueden aumentar el riesgo
“Usando 10 años de datos recopilados a nivel nacional, el trabajo ha encontrado evidencia sólida de que una caída de 1°C en la temperatura ambiente aumenta el riesgo de un tipo de infarto agudo de miocardio en la población en un 12 por ciento”, dijo el coautor principal, el profesor Marcus Ong, investigador de la Facultad de Medicina de Duke-NUS. Aun así, especificó que se necesitan nuevas investigaciones durante un tiempo más largo para confirmar los resultados, los investigadores apuntan que esta realidad puede tener implicaciones en las políticas de salud para las poblaciones dentro de las ciudades cosmopolitas en los trópicos.
Los mayores, mucho más vulnerables
“Además, las personas de 65 años o más parecían ser aproximadamente un 20 por ciento más vulnerables a las temperaturas más frías en comparación con las personas más jóvenes”, agregó Ong. “Nuestro estudio encontró que incluso en una parte relativamente cálida del mundo, las temperaturas ambientales más frías aumentaban el riesgo de ataques cardíacos”, dijo el doctor Andrew Ho, otro de los primeros autores del estudio.
Temperaturas más frías asociadas a un mayor riesgo
“Esto mejora nuestra comprensión de que las desviaciones de la temperatura a la que uno está acostumbrado pueden provocar estrés corporal dañino. De acuerdo con nuestros estudios anteriores que mostraron que los ancianos eran más susceptibles a los factores estresantes ambientales, incluida la contaminación del aire, encontramos algunas pruebas de que este grupo de personas tenía un mayor riesgo de ataques cardíacos a temperaturas más frías”, dijo.
“Existen varios factores de riesgo a nivel individual para las enfermedades cardiovasculares, pero ninguno tiene tanta experiencia como los patrones climáticos”, añadió el doctor Joel Aik, epidemiólogo ambiental.
La edad dentro de la asociación temperatura e infarto
“Las variaciones climáticas diarias tienen la capacidad de desencadenar eventos de enfermedades cardiovasculares en personas en riesgo, lo cual supone implicaciones particulares para el envejecimiento de la población de Singapur. En el contexto del cambio climático, estos hallazgos resaltan un factor de riesgo de gran preocupación para la salud pública”. En resu men, el estudio concluye al respecto que la edad modifica potencialmente el efecto de la asociación temperatura e infarto.
El equipo también recomienda investigaciones que ayuden a identificar las vías biológicas involucradas en una mayor vulnerabilidad de los ancianos al riesgo de infarto relacionado con el frío en los trópicos. En relación a los pulmones y otros, por último, el estudio igualmente identificó como enfermedades vinculadas al cambio climático debido a las bajas temperaturas la neumonía, las enfermedades infecciosas y el dengue. Estudio aquí. Foto: Ramon Berk