Cambio climático, el momento de actuar
Los científicos no cesan de alertar sobre la crisis climática, llevan décadas advirtiendo de la necesidad de actuar para ralentizar el calentamiento global, sin embargo el compromiso mundial es débil, no vinculante y avanza a un ritmo demasiado lento para alcanzar los objetivos necesarios.
Cada vez son más evidentes y difíciles de soportar las consecuencias del calentamiento global en forma de eventos extremos, aumento de las temperaturas, pérdida de biodiversidad, otras alteraciones de la naturaleza y consecuencias diversas que dificultan al ser humano la vida en este planeta, muchas de ellas aún desconocidas.
Un fenómeno planetario provocado
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma de manera taxativa que el 100% del cambio climático observado desde principios del siglo XX se debe a la liberación de gases de efecto invernadero inducida por las actividades humanas. Por lo tanto, el ser humano tiene la llave para evitar que avance al ritmo al que lo está haciendo mediante la regulación de las actividades de nuestra sociedad, especialmente la actividad industrial.
Los gases de efecto invernadero, sobre todo el CO2, provienen en su gran parte de la industria, básicamente por la producción de energía para la electricidad, la calefacción y el carburante para el transporte en avión, coche.
No sobrepasar el aumento de 1,5 grados
El acuerdo de París, al que se llegó en la COP de 2015 estableció el objetivo de estabilizar el calentamiento global (actualmente 1,1 grados) en los 1,5 grados o incluso 2 grados lo antes posible.
Solo una reducción drástica de nuestras emisiones logrará el objetivo, con un efecto de estabilización que se producirá entre 20 y 30 años. Ello no significa que los impactos del cambio climático que sufrimos actualmente vayan a reducirse, puesto que continuarán.
La adaptación a los efectos del cambio climático ha de ser, por lo tanto, una actividad paralela, y el último informe del IPCC apunta soluciones para cada sector, aunque señala que más allá de los 2 grados, se volverá complejo, y que incluso será imposible de adaptarse en numerosos campos, circunstancias y áreas geográficas.
Un avance endiablado e irremisible
En conclusión, el cambio climático está avanzando a un ritmo endiablado y el objetivo general de la humanidad es no sobrepasar el aumento de los 1,5 grados centígrados, puesto que se está extendiendo y aumentando de forma irremisible.
Ningún territorio es inmune, aunque unos se vean más afectados que otros, como las regiones de alta montaña, las regiones polares, insulares y la zona mediterránea, además de afectar con especial dureza a las personas de los estratos más bajos. Imagen: Bob Jenkin