Cambio climático y olas de calor
Los expertos llevan décadas pronosticando un aumento de los eventos extremos, y las olas de calor lo son, aunque no es tan sencillo establecer una relación de causa consecuencia con el cambio climático a nivel particular. Sin embargo, la ciencia señala que para 2050, las olas de calor serán mucho más frecuentes e intensas, hasta un 50 por ciento, bajo el efecto directo del cambio climático, señala el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) francés.
La estacionalidad de las olas de calor cambiará en los próximos años, por lo tanto, es decir, la frecuencia e intensidad supondrá soportarlas fuera de la temporada estival, señalan los climatólogos.
Demasiado calor, antes de lo habitual
Al igual que las temperaturas extremas que estamos sufriendo en países como España o Francia estos meses de mayo y junio, los episodios de calor también serán cada vez más intensos en los próximos años. No olvidemos que desde la era preindustrial, la temperatura media global ha aumentado en 1,2 °C en la Tierra.
A nivel sanitario, los picos de temperatura locales que pueden ser muy peligrosos para personas especialmente vulnerables, así como para la fauna, puesto que también afecta al ciclo de la biodiversidad. El mercurio está alcanzando niveles sin precedentes para el mes de junio, olas de calor que suponen situaciones inéditas si revisamos los datos disponibles, desde los primeros registros meteorológicos.
Una predicción sin eco
Se trata de un síntoma propio de los efectos del cambio climático, intensidad y precocidad según los climatólogos. De forma general, puede afirmarse que, si bien no se puede establecer como causa el cambio climático de forma inequívoca para cada ola de calor, sí fenómenos extremos de este tipo son propios del calentamiento global, y lo predijeron los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) hace 20 años.
El IPCC también ha demostrado que el calentamiento global se debe a la multiplicación de las emisiones de efecto invernadero debidas a las actividades humanas. En su último informe, (2021 y 2022) se concluyó que existe un vínculo casi seguro entre el cambio climático y la multiplicación de los fenómenos de altas temperaturas.
Por lo tanto, cabe esperar que los pronósticos del IPCC sigan cumpliéndose. “Los extremos cálidos en todas partes son más frecuentes y más intensos debido al calentamiento global resultante de las actividades humanas” , dijo en Twitter la climatóloga Valérie Masson-Delmotte, con motivo de una ola de calor temprana anterior en 2019. No hay de qué sorprenderse, la ciencia no deja de predicar en el desierto, y sigue sin hacérsele el debido caso.